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Un Nahual se llevó a mi sobrino - Relato de HORROR

3 Historias de TERROR en el METRO DE LA CIUDAD DE MEXICO | RELATOS DE TERROR


Relato 1

Mi amiga y yo trabajábamos en un cine, normalmente salíamos ya muy noche y para llegar a casa tomábamos el metro, ella bajaba una estación antes que yo, si nos daba miedo a veces por que íbamos nadamas nosotras 2 solas y podía ser peligroso. Una de tantas noches, de hecho la ultima que tomamos ese metro, nos paso algo que al menos a mi jamás se me olvidar.

Tomamos la estación barranca del muerto, ya no había prácticamente nada de gente, pasaban de las 11 de la noche, estábamos paradas en el anden esperando que llegara el metro mientras platicábamos sobre las cosas que pasan en el trabajo, de la nada vimos a un niño parado al otro extremo del anden, nos sorprendió bastante ver a un niño solo a esas horas de la noche, estaba de espaldas a nosotros, no podíamos ver su cara, al verlo completamente solo mi amiga le pregunto que si estaba bien, que si estaba solo o se había perdido y quería que llamáramos a sus papás, pero el niño no respondió, continuaba dándonos la espalda, mi amiga me pregunto que que debíamos hacer, solo se me ocurrió que debíamos reportarlo a algún policía y que ellos se encajarían.

Por fin el metro llego, pero decidimos no abordar, para no dejar al niño solo, si para nosotras era peligroso, para el lo era aun mas, temíamos que alguien pudiera llevárselo a la fuerza.

Esperamos a que se fuera el metro para acercarnos al niño, para decirle que le ayudaríamos y que todo estaría bien, mientras el metro se iba caminábamos en dirección al niño, pero en un parpadeo el niño ya no estaba.

Nos sorprendimos bastante, se nos enchino la piel y nos tomamos de la mano como para protegernos entre nosotras, nos dimos la vuelta para regresar a donde estábamos, mientras caminábamos platicando que era mejor ir a reportar aquel suceso, al llegar a las escaleras para salir del anden vimos que allí estaba el niño de pie, en la cima de las escaleras, de nuevo dándonos la espalda, era imposible que el niño llegara allá tan rápido y mas que no lo hubiéramos visto, tendría que haber pasado justo al lado de nosotras.

Pudimos notar que era un niño de tez bastante blanca, mas bien pálida, su pelo era negro, mi amiga en un arrebato le pregunto que su nombre, pero el niño seguía sin voltear a vernos, como si ni siquiera no escuchara, mi amiga comenzó a subir las escaleras para acercarse a el un poco mas y repitió la pregunta y conforme se acercaba estiraba su mano para alcanzar y tocar el hombro de aquel niño, yo subía las escalera mas lentamente, con mucha duda.

Yo estaba petrificada en mi lugar pues no tenia un buen presentimiento sobre aquello que estábamos presenciando, en ese momento mi amiga pudo tocar su hombro y el niño soltó un grito desgarrador, como un quejido diabólico.

Como mero reflejo, mi amiga corrió escalera abajo tan rápido que casi se cae, bajamos todo el tramo de escaleras esperando que el metro ya hubiera llegado y subir para irnos de ese lugar, voltee para ver si el niño venia detrás de nosotros, pero ya no había nadie, nos quedamos en el anden con mucho miedo, mi amiga preguntaba muy asustada que era eso que acabábamos de ver, yo le respondí que definitivamente eso no era un niño, no se lo que seria, pero un niño no era.

Temblando y sin saber que hacer, nos quedamos considerando las opciones, cuando por fin el metro llego, nos subimos de un salto al vagón, estábamos muy asustadas, pero mi amiga parecía que tenia una conmoción muy grande, yo estaba tratando de calmarla un poco diciendo que ya estábamos lejos y que ya todo había pasado.

Para mas terror, vimos que el vagón iba prácticamente vacío, solo iba una vendedora sentada a unos cuantos metros de nosotros, nos miro y mas que pregunta nos afirmo, que habíamos visto a aquel niño.

Le pregunte que ella como sabia eso, me respondió que no habíamos sido las únicas en ver a aquel espectro, que ella y muchas mas personas también lo habían visto antes, que muchos vendedores y personas que van muy tarde en el metro, suelen ver a aquel niño.

Nos conto que el niño solo se aparece de noche cuando hay poca gente y cuando encuentra a personas solar, como si asustar a las personas le provocara alguna diversión.

Nos pregunto que si le habíamos visto la cara, pero no fue asi, nos dijo lo afortunadas que habíamos sido, por que de otra manera no estaríamos ahí en ese momento, según aquella vendedora, muchas habían sido las personas que le habían visto el rostro y jamás había vuelto a ser las mismas, tenían visiones de aquel niños y cosas extrañas les pasaban.

Dice que quienes le han visto el rostro aseguran que el niño tiene ojos completamente negros, piel pálida, tan pálida que puedes ver sus negras venas y una gran sonrisa burlona, significativamente malvada, es como estar viendo un cadáver.

Nos reitero la suerte que habíamos tenido y nos aconsejo no andar en el metro tan tarde solas, por que si en alguna otra ocasión llegábamos a ver el rostro de aquella cosa malévola, algo nos perseguiría el resto de nuestras vidas.

Le preguntamos si ella sabia la historia de aquel pequeño fantasma pero lo negó, diciendo también que si es cosa alguna vez fue un niño, ciertamente ahora ya no lo era, que por relatos sabia que era un ser muy maligno, que no lo tomáramos a la ligera.

Procedió a contarnos que en esa estación han pasado cosas muy extrañas, como por ejemplo personas que al ver venir el tren se arrojaban a las vías, pero solo en la noche, cuando nadie mas atestiguaba, asegurando que era el niño quien los arrojaba a las vías, pues al ser levantados tenían una mueca como de terror, como si hubieran sufrido de algún shock antes de caer.

Por supuesto después de ese día, ya no volvimos a entrar al esa estación del metro tan tarde, en lugar de eso tomábamos un taxi hasta la siguiente estación.

Por favor amigo, piénsalo dos veces antes de viajar tan noche en el metro y mas si vas solo.

Relato 2

Hola, me llamo Sandra, tuve una experiencia bastante horrible en el metro, en la estación barranca del muerto, aun no se que fue lo que paso, pero aquí va. Yo suelo salir muy temprano a trabajar por que no me gusta llegar tarde a mi trabajo, donde además entro bastante temprano, ese día ni siquiera había salido el sol todavía cuando entre a la estación.

Cuando baje al anden, el metro justo se acababa de ir, tuve que esperar a que llegara el siguiente tren, pero nadamas no llegaba, por si no fuera poco tenia unas ganas tremendas de ir al baño, ya no me pude aguantar, asi que fui al baño, cuando regrese al anden, por extraño que parezca todo el anden de ambos lados estaba completamente vacío, el tren obviamente ya había pasado y se había llevado a todos los pasajeros.

Pensé que pues ni modo, no había otra cosa que hacer mas que esperar a que llegara el siguiente tren.

Estaba allí de pie esperando, cuando a lo lejos escucho como que alguien chistaba, algo asi como “shhht, shhht”, voltee a mirar hacia todos lados pensando que alguien me llamaba para algo, pues era yo la única que estaba en el anden, pero no vi a nadie, continúe en lo mío, pero volví a escuchar de nuevo, yo ya no voltee, pensé que alguien se estaría burlando de mi.

En seguida escuche de nuevo, pero esta vez ya estaba convencida de que alguien se burlaba de mi, por que seguían chistando con mas insistencia.

El metro no venia, y yo empezaba a desesperarme, iba a llegar tarde a mi trabajo por primera vez, en ese momento con mi apuración de que el metro llegara, comencé a escuchar como una risa, una risa de mujer, pero como en forma burlona, me convertí en un manojo de nervios pensé que me estaba vigilando para asaltarme o algo asi.

Comencé a escuchar que pasos venían del pasillo y pensé que ya por fin venia gente, ya no estaría en peligro, escuchaba claramente como los pasos se acercaban pero nunca nadie salió por aquel pasillo.

Me asome y en efecto no había absolutamente nadie en ese pasillo, volví a ser un manojo de nervios, pero esta vez comencé a temblar de miedo, me aleje del pasillo y llame por teléfono a mi hija, me sentía sola y si algo me pasaba por lo menos que alguien supiera lo que me estaba pasando.

Mi hija adormilada contesto el teléfono le conté lo que me estaba pasando y primero no me creyó, pero al escuchar los nervios en mi voz, se apiado de mi y me dijo que me quedara tranquila, que no pasaba nada, el metro pronto llegaría y me podría ir de allí.

De pronto de la nada, se escucha un grito de horror de una mujer tan fuerte y cavernoso que el eco resonó en toda la estación o al menos asi yo lo percibí, un eco interminable, tan fuerte que hasta mi hija en el teléfono lo pudo escuchar, asustada me pregunto que que había pasado, pero sabia que contestarle pues la estación parecía estar completamente vacía.

Yo ya estaba llorando por que el terror que estaba sintiendo no lo había sentido jamás, en eso escucho el claxon del metro y como si nada hubiera pasado la gente comenzó a bajar por la escaleras y a llenar el anden.

Por fin el metro llego y me subí, le dije a mi hija que ya había mas gente, que ya colgaría el teléfono, durante todo el trayecto no pude dejar de pensar en que aquello fue un encuentro paranormal, según tengo entendido cerca de aquella estación fue encontrada una fosa común de la época de la revolución.

Yo no soy la única a la que le han pasado cosas asi en esa estación, estoy seguro que a mas personas les han pasado cosas extrañas en aquella estación, lo que si, es que ahora cada que se me va el metro, me da pánico que de pronto el anden este completamente vacío.

Relato 3

Hola buenas noches amigos, mi nombre es Julián, esta es mi historia en las instalaciones del metro de la ciudad de México, yo no solía usar el metro por que no tenia la necesidad, pero cuando comencé a trabajar tuve que usarlo de manera constante, la verdad es que siempre me costo trabaje adaptarme, pero después de esto que me paso, la verdad es que no he vuelto a usar el metro, aunque es el transporte mas rápido, prefirieron evitarlo y en su lugar ir en camiones.

De por si el metro ya en si mismo es aterrados, pero lo es aun mas por las noches, yo salgo de trabajar a eso de las 10 de la noche, por tanto me tocaba el metro casi siempre vacío o con muy poca gente.

Ese día cuando llegue al anden y el tren llego, vi que se bajo prácticamente toda la gente, en el vagón que me subí, íbamos solo una señora con su pequeña y otro muchacho, bastante joven, no había nada extraño aun, hasta que en la siguiente estación se subió una señora, mas o menos de unos 40 años, portaba un par de gafas y toda su vestimenta era negra, la verdad parecía que venia o iba a un funeral.

Al tomar asiento, lo hizo enfrente de la señora que venia con su hija, la niña muy amable y linda le saludo con la mano y le mostro su peluche, la niña estaba muy animada con aquella señora, pero su madre le dijo que no molestara a la señora, que se calmara y se sentara en su silla.

La señora no mostraba ninguna emoción, su cara parecía estar como si nada, como si la felicidad de la niña no le provocara alguna emoción, la niña continuo mostrándole el peluche, riendo y jugueteando, con aquella señora, pero note que la niña no miraba ni apuntaba directamente a la señora, miraba justo al lado, al asiento vacío al lado de la señora de negro.

La mamá molesta reprendió a la niña, amenazando con quitarle el peluche, y se disculpo con la señora.

A lo que la niña respondió muy molesta, que a la otra niña le había gustado mucho su peluche y que quiere que se lo preste.

La mamá sorprendida le pregunto a su hija que cual niña, que no había ninguna otra niña, pero la niña aun mas eufórica le señalo el asiento vacío al lado de la señora de negro mientras decía casi gritando que la niña que venia allí sentada.

La señora de negro, por fin volteo a ver a aquella niña inquieta y comenzó a llorar con un llanto desconsolado, muy apenada la mamá de la niña se disculpo y le pregunto si se encontraba bien, entre llanto y con la voz cortada, respondió, que recién venia de enterrar a su pequeña hija, pero que gracias a la niña inquieta ahora sabia que su hija, iba ahí con ella, a su lado.

La mamá no dijo palabra y se levanto, tomando en brazos a su hija, por fortuna para ella, el tren ya estaba llegando a la estación y pudo bajar rápidamente.

El otro muchacho y yo, tuvimos que quedarnos solos con aquella señora de negro por algunas estacones mas, pero no se como explicar la sensación de terror que tenia en ese momento, la señora de negro no dejo de llorar, pero al mismo tiempo también sonreía y a ratos volteaba a ver el asiento vacío.

Comencé a sentir el ambiente bastante tenso y el otro muchacho también se levanto de su lugar, ya solo faltaba una estación para que yo me bajara, por fin llegamos y ambos nos bajamos en esa estación, no se si aquel muchacho también tenia que bajar allí, pero tal ves solo por miedo se bajo conmigo, ya que de otra forma se quedarían solo el y la mujer de negro.

Cuando voltee a ver el vagón vi que la señora platicaba con alguien mientras se reía casi a carcajadas, el metro se perdió en el túnel y ya no la vi mas.

Mientras caminaba a mi casa no pude evitar pensar que los niños suelen ser mas sensibles a todo este tipo de eventos y pueden presenciar y ver cosas que nosotros no, tal cual como aquella niña había querido jugar con la hija difunta de la señora de negro.

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