Los árboles de Martina

 

Esta historia la voy a contar porque tengo mucho tiempo guardándola para mí, pero mi psicóloga me recomendó hablar de esto con alguien más, estoy segura de que ella no se refería a contarla en internet para que miles de personas la lean, pero con mucha suerte quizá nadie la vea

Antes de todo solo quiero decir que esto es algo qué pasó cuando estaba muy chiquita y por eso me traumo tanto, actualmente tengo 35 años pero de igual forma me sigue dando escalofríos hablar de esto y más aún cómo estamos cerca de la fecha en la qué pasó todo hace más o menos unos 28 años

Recuerdo que fue un 25 de diciembre creo que tenía siete u ocho años, estoy segura que fue en diciembre porque me encantaba recibir doble regalo ya que ese día era mi cumpleaños

De esa fecha recuerdo muy poco porque desde la mañana sentía una vibra muy extraña, me levante temprano muy emocionada porque debajo del árbol de Navidad habían muchos regalos y varios decían mi nombre, luego de abrirlos fui a guardarlos a mi cuarto y por la ventana vi a Martina jugando en el bosquecito a un lado de mi casa

Así le decíamos a unos árboles y flores muy bonitos que estaban cerca de aquel rancho, a mi mamá no le gustaba que jugara con Martina porque su papá era muy raro y anteriormente la policía había entrado en su casa y encontraron muchos objetos raros pero mi mamá nunca me dijo que eran exactamente

Salí como pude por la ventana para que no me viera mamá, Martina estaba escribiendo unas letras en uno de los árboles del bosquecito, pero yo no sabía leer en ese entonces le pregunté que hacía y me dijo que escribió lo que había soñado anoche, le pregunté de nuevo que había soñado y me respondió: soñé contigo

Hagan de cuenta que mi mamá me jaló del brazo tan fuerte que me dejo un morado y me llevó con mucha fuerza para la casa, me sentó en una silla y me dijo que si volvía Martina gritara lo más fuerte posible, que ella estaría ahí para ayudarme

Yo no entendí por qué mi mamá estaba tan asustada si mis amigos y yo jugamos siempre con Martina, sólo que todos se mudaron de casa, por la escuela o eso era lo que mi mamá me decía…

Ya eran las 12 medianoche todos estaban celebrando Navidad y mi cumpleaños con mucha comida y alcohol, yo estaba sentada en mi sillita cuando vi venir a mi tío Nato, él sólo venía para estas fechas y siempre me traía un gran regalo así que corrí está él y le di un abrazo

El me alzó y tomo mi cabeza con una de sus manos y dijo: ¿Quién es la niña que estaba detrás de ti y porque tienes el cabello tan enredado y sucio?

Supe que algo pasó cuando nato gritó el nombre de mi mamá y luego luego su rostro cambió totalmente, Nato camino hasta la casa y tomo una de las hachas que tenía papá detrás de la puerta

Mi mamá lloraba mientras trataba de desenredarme el cabello, pero era imposible, mi abuela dijo que la única forma era cortarlo y no hubo otra opción, me asuste mucho cuando mi papá se fue caminando con Nato, cada uno llevaba un hacha en mano y caminaron en la oscuridad hasta que no los pude ver más, lo último que recuerdo es a Nato con las manos llenas de sangre viniendo hacia mí diciéndome que todo iba a estar bien, minutos más tarde pude ver cómo se incendiaba una de las casas pero no logra distinguir cuál de todas era

Al mes estamos viviendo en otra casa y nunca mas volví a ese rancho hasta hace poco…

Hace unas semanas tuve que venir con mi mamá para ver si podíamos vender la antigua casa, necesitábamos dinero y esa era la única propiedad que nos quedaba, cuando veníamos de camino vi un terreno hecho ceniza y escombros, en ese momento me di cuenta que en la casa que se había quemado hace 28 años era la casa de Martina

Pare el coche y bajé un momento para ver algo, habían restos de muñecos quemados que parecían de porcelana o algún material parecido, me asusté entré al coche y seguí un poco hasta llegar a nuestra antigua casa, cuándo nos bajamos lo primero que hice fue preguntarle a mi mamá que pasó aquella noche y por qué a ella no le gustaba que yo jugara con Martina

Mi mamá rompió en llanto pero entre sollozos me dijo: quiero que veas esto, caminó al bosquecito a un lado de la casa y señaló los árboles, en ese momento me acerqué y no pude seguir respirando.

Sentí como se me iba el aire de golpe, cuando vi que en cada árbol estaba escrito el nombre de cada uno de mis amigos: Alejandro, Lucas, José, Andrés y por último estaba mi nombre, Melissa.

Los árboles que tenían escrito el nombre de mis amigos no tenían ni una sola hoja en sus ramas en cambio el que tenía mi nombre aún seguía bien.

Le pregunté de nuevo que pasó y ahora si tuve una respuesta, mi mamá me contó que cuando se mudaron a la casa, las propiedades eran absurdamente baratas y accedieron a comprar de inmediato sin preguntar nada, poco a poco comenzaba a llenarse de familias el lugar, todo fue muy bonito hasta que comenzaron a desaparecer los niños, uno a uno.

Lo último que se sabía de ellos es que su cabello en la noche anterior estaba lleno de nudos, sucio con algunas hojas secas y la última persona con la que fueron vistos era Martina, una señora se percató de esto y llamó a la policía, cuando estos entraron a la casa del señor Daciano (El papá de Martina, dueño de los terrenos), encontraron cinco figuras de niños de porcelana cuatro niños y una niña, el señor estuvo preso por seis meses bajo investigación pero como no hubo suficientes pruebas para inculparlo y además pagó la fianza, así que el caso fue cerrado

Mi mamá dice que mi tío Nato era amigo del investigador del caso, El investigador le dijo a Nato que no podía decirle nada muy detallado sobre el caso porque estaba bajo un contrato de confidencialidad pero que el estaba seguro que la siguiente era yo, de los 4 muñecos que tenía el señor en su casa el único que no tenía marca era el muñeco de la niña, y la única niña en la finca era yo. Mi tío se dedicó durante un mes a investigar y seguir al señor Daciano, pero cuando encontró lo que buscaba no lo podía creer, la esposa del señor había muerto dando a luz a su hija Martina, y curiosamente cuando yo tenía 7 años era idéntica a la esposa de este señor.

En el pueblo había una leyenda de un viudo que revivió su esposa sacrificando a sus cinco hijos, cuatro varones y una niña.

Según Renato el señor Daciano se obsesionó con la idea de poder revivir a su esposa y por eso pago el precio, aún se culpa por lo qué pasó aquella noche pero si no lo hubiera hecho quizá yo no estaría contando esta historia…