Juntos después de la muerte

Hace unos años me independice de mis padres, y me fui a rentar a otra colonia cerca de mi trabajo, era una casa pequeña, 2 cuartos, la sala, cocina, y baño, para no estar solo adopte un perro, no tarde mucho en darme cuenta que cosas raras pasaban, las cosas se movían de lugar, algunas puertas se abrían por la noche o las luces se encendían, a veces mi perro ladraba a la nada, nunca he sido miedoso, al contrario, suelo ver películas de terror por la noche solo, pocas veces con amigos.

Entonces la verdad, me acostumbre a vivir con aquella compañía sobre natural, buscaba justificar algunas cosas con razones como que a mi se me había olvidado cerrar la puerta, o que el encendedor de la luz no servía, que mi perro le ladraba a su sombra o a algún animal o bicho.

Un día, de la nada, en el piso cocina apareció tirada la foto de un señor, una foto en blanco y negro donde se retrataba a un señor de pie, con sombrero, de bigote, de muy buen porte, en la parte de atrás de la foto escrito con lápiz decía “Con amor, de Aurelio para Leonor, 1935”.

Me dio miedo mas que nada por la posibilidad de que alguien pudiese haber entrado y ni el perro ni yo nos dimos cuenta, asi que fui a revisar la puertas y las ventanas, pero todo estaba cerrado, no parecía que alguien ajeno hubiera entrado.

Guarde la foto en un cajón del mueble de la sala y no le di mayor importancia.

Otro día de esa misma semana, al volver de trabajar, en la mesa de la cocina encontré un relicario muy bonito de latón, lo tome y lo abrí, pero no tenia ninguna foto, solo una leyenda que decía: “Tu y yo juntos para siempre”.

Como todos, tengo mis limites y ya estaba llegando al limite de miedo que podía sentir, no sabia quien estaba dejando cosas por mi casa, cabe aclarar que cuando llegue a esa casa no había ningún mueble, ni nada, estaba completamente vacía, por tanto ni la foto ni el relicario estaban allí antes y no eran míos.

3 semanas después de eso, recibo una llamada en mi celular, era el señor que me rentaba, me comento que con mucha pena me tenia que pedir que desocupara la casa, que la necesitaba para llevar allí a su madre, estaba muy enferma y se mudarían a la casa para poder cuidarla ya que no tenían mas espacio en otro lugar.

Le comente que me diera algunos días para poder irme, que no tenia ningún problema. Por fortuna solo unos días después encontré un apartamento igual de grande y por el mismo precio muy cerca de la zona.

Yo no tenia muchas cosas, asi que contrate solo una pequeña camioneta para llevar mis muebles y demás cosas, pero no cupieron, asi que dejé pocas cosas en aquella casa.

Al día siguiente, llame a un amigo para que me acompañase a recoger lo que me restaba por llevarme.

Cuando entre a la casa, se sentía muy fría, pero asumí que era por ya no había muebles ni nada que pudiera guardar el calor, comenzamos a juntar las ultimas cosas y le pedí a mi amigo que fuera a mi cuarto a quitar las cortinas.

Yo estaba juntando algunas cosas en la cocina y escucho que mencionan mi nombre detrás de mi, pensé que era mi amigo, pero al voltear a ver, no había nadie, asi que voy al cuarto a buscar a mi amigo y lo encuentro muy pálido mirando por la ventana, una ventana que da al patio de atrás, le pregunte que que pasaba, y me contesto que había visto pasar a una señora en aquel patio mientras quitaba la cortina.

Le dije que seguro había sido alguna sombra o un gato, que se calmara.

Llame al señor para entregarle la casa y que revisara que todo estaba bien, esperamos unos minutos, y escuchamos la puerta del zaguán, me levante para abrir la puerta y que pasaran, pero al abrir, no había nadie, el zaguán estaba cerrado.

De un solo golpe se cerraron todas las puertas de los cuartos y del baño, una sombra se asomo por una esquina de la ventana, el relicario me golpeo la cabeza, no se de donde salió, pero alguien me lo arrojo con fuerza, dentro había un par de fotos, que no estaban antes, una era el señor que había visto antes en la fotografía y la otra era de una mujer en sus 20s.

Muy asustados salimos corriendo de la casa, afuera del zaguán ya se encontraban los señores que me rentaban, nos tranquilizamos y le contamos al señor lo que paso, le comenté que siempre había visto cosas raras en aquella casa, pero nunca nada como lo que había pasado en ese rato.

Entramos a la casa, le mostré el relicario y sonriente me dijo: “Son mis papás, mi papá murió hace 25 años y mi madre hace 2 días a los 92 años, aquí vivieron muchos años cuando eran jóvenes”.

Esto me hace pensar que al por fin estar juntos, solo querían de vuelta la casa donde vivieron su amor de jóvenes.