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3 Historias de personas que fueron enterradas vivas



Puede que a día de hoy estos relatos sean cada vez menos comunes, con el avance de la ciencia es cada vez mas difícil que estos eventos hagan acto de presencia, sin embargo en el siglo pasado aun no había el avance tecnológico necesario para evitarlos, en este video voy a contarte 3 historias incomodas sobre personas que fueron enterradas vivas.

Antes de continuar definamos el por que podrías ser enterrado vivo, nunca esta demás sacar a relucir entre tus amigos que sabes algunos datos perturbadores.

La causa mas común del por que la gente es enterrada viva es debido a la catalepsia, coloquialmente conocida como “La muerte aparente” un estado del cuerpo caracterizado por la inmovilidad y rigidez corporal, pierdes la sensibilidad y la capacidad de contraer los músculos a voluntad. La catalepsia es realmente un fallo repentino en el sistema nervioso de tu cuerpo, en ciertos casos el individuo se encuentra en un vago estado de conciencia, mientras que en otros pueden ver y oír a la perfección todo lo que sucede a su alrededor, pero no pueden hacer realmente nada, en absoluto.

Las causas de la catalepsia pueden ser varias, entre las mas comunes figuran el mal de Parkinson, epilepsia, por efectos de la cocaína o la esquizofrenia, tratamiento con antipsicóticos, entre muchos otros.

La catalepsia presenta varios síntomas, algunos son cuerpo rígido, disminución de la respuesta a estímulos, perdida de control muscular, desaceleración de las funciones corporales como pueden ser el respirar, la digestión y el ritmo cardiaco, dando la impresión de que la persona ha fallecido.

Numero 1:

Las crónicas inglesas más antiguas cuentan que en 1661, en Londres, un carnicero del barrio de Newgate Market llamado Lawrence Cawthorn “murió” luego de estar un tiempo enfermo. La propietaria de la casa en la que el supuesto occiso vivía estaba ansiosa por sepultarlo, ya que la ley le permitía heredar todas sus posesiones, por lo que lo enterró rápidamente, sin la consulta de un médico. Cuando los amigos del carnicero visitaron la tumba comenzaron a escuchar desesperados y desgarradores gritos que provenían desde el interior del ataúd. Cuando lograron abrir el féretro, Cawthorn ya estaba muerto. Sus ojos estaban completamente hinchados y su cabeza estaba bañada en sangre producto de los cabezazos que el hombre se había dado para tratar de salir del féretro. La prensa de la época lo calificó como “El accidente más lamentable y deplorable”.

Numero 2:

En 1891 un extraño y desconocido virus azotó al poblado de Pikeville, en Kentucky, producido por la mordedura de una cierta mosca, ahora conocida como la mosca tsé-tsé, que trajo una enfermedad del sueño: las personas caían en una especie de estado de coma, aunque después de un tiempo volvían a despertar. Una de las habitantes de aquel lugar, Octavia Smith Hatcher, fue una de las primeras afectadas por la enfermedad. Fue declarada muerta el 2 de mayo de aquel año, y debido a que era una primavera extremadamente caliente, fue enterrada rápidamente en el cementerio local. Días después del fallecimiento muchas personas comenzaron a enfermarse de la misma manera que la mujer, por lo que su viudo sospechó que quizás se la había enterrado prematuramente, por lo que decidió desenterrar el cadáver. Cuando se abrió el féretro se comprobó que las uñas de la mujer estaban totalmente quebradas y bañadas en sangre, y el ataúd por dentro estaba totalmente arañado. La evidencia era obvia: la mujer, que todavía tenía una expresión de terror estampado en el rostro, había estado con vida al momento de ser enterrada. Su viudo, James Hatcher, antes de morir, pidió ser enterrado en un ataúd especial, que se abría por dentro, para no correr la misma suerte que su infortunada esposa.

Numero 3:

En el año 1937, en Francia, un joven de 19 años oriundo de la localidad de St Quentin de Chalais, identificado como Angelo Hays, falleció tras sufrir un grave accidente en su motocicleta. El joven había chocado contra una pared de concreto, lo que le desfiguró parcialmente el rostro. Su familia no tuvo autorización para ver el cuerpo, y las autoridades lo declararon oficialmente muerto. Tres días después fue enterrado. No obstante, una compañía de seguros gestionó una exhumación del cadáver al enterarse que el padre de Angelo había cobrado el seguro de vida de su hijo por unos 200 mil francos de la época. Cuando se abrió el féretro se comprobó, para sorpresa de todos, que el cuerpo del joven todavía estaba caliente: Hays no estaba muerto, sino que estaba en coma causado por su lesión en la cabeza. Los médicos aseguraron que, pese a ser enterrado vivo, debido a la misma herida en la cabeza que lo había dejado en estado de coma, su cuerpo ya no necesitaba la cantidad normal de oxígeno necesaria para la supervivencia, lo que le permitió sobrevivir bajo tierra. Después de este insólito suceso y de que despertara del estado de coma, Hays se convirtió en una celebridad nacional en Francia, y mucha gente viajaba cientos de kilómetros para verlo y hablar con él. Muchos años después de su accidente, Hays inventaría un ataúd de seguridad, creado para otras personas que podrían estar enterradas vivas por error. Contaba con un armario de alimentos, un suministro de oxígeno, un WC químico, transmisor de radio, señales de alarma e incluso una biblioteca.

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